La atención es el proceso por el cual podemos dirigir nuestros recursos mentales sobre algunos aspectos del medio, los más relevantes, o bien sobre la ejecución de determinadas acciones que consideramos más adecuadas entre las posibles. Hace referencia al estado de observación y de alerta que nos permite tomar conciencia de lo que ocurre en nuestro entorno (Ballesteros, 2000).
En otras palabras, la atención es la capacidad de generar, dirigir y mantener un estado de activación adecuado para el procesamiento correcto de la información.
Dentro de esta función debemos hablar de 5 procesos diferentes:
A lo largo de nuestra vida necesitamos la atención para todo tipo de cosas. Desde niños aprendemos a centrarnos en unos estímulos ignorando otros de menor importancia. A veces somos capaces de recordar fácilmente un conversación que hemos tenido pero no somos capaces de recordar otros aspectos, digamos, secundarios: el lugar, la ropa de nuestro interlocutor, si hacía frío o calor... Otro ejemplo sería cuando debemos ser capaces de estar concentrados en algo durante un largo tiempo, incluso aunque sea aburrido, como puede ser una charla en clase o en el trabajo.
En NeuronUP proponemos actividades para los diferentes tipos de atención. Así, en relación a la atención sostenida, la actividad propuesta como ejemplo consiste en copiar la figura que tenemos de modelo.
Para trabajar la atención selectiva, una de las actividades propuestas es “La palabra mágica”, una sopa de letras clásica donde los niños deben encontrar las palabras escondidas entre un conjunto de letras.
La siguiente actividad infantil para trabajar la atención alternante consiste en recorrer el camino hasta llegar al castillo saltando por las diferentes casillas según nos indique el dibujo.
Un ejemplo de actividad para mejorar la velocidad de procesamiento consiste en señalar lo más rápidamente posible la imagen diferente dentro de una serie.