Se denomina funciones cognitivas a aquellos procesos mentales que nos permiten llevar a cabo cualquier tarea. Hacen posible que el sujeto tenga un papel activo en los procesos de recepción, selección, transformación, almacenamiento, elaboración y recuperación de la información, lo que le permite desenvolverse en el mundo que le rodea.
La orientación es la capacidad que nos permite ser conscientes de nosotros mismos y del contexto en el que nos encontramos en un momento determinado.
Las gnosias son la capacidad que tiene el cerebro para reconocer información previamente aprendida como pueden ser objetos, personas o lugares a través de nuestros sentidos. En este sentido, hay gnosias para cada uno de los canales sensitivos y gnosias que combinan diferentes canales.
La atención es el proceso por el cual podemos dirigir nuestros recursos mentales sobre algunos aspectos del medio, los más relevantes, o bien sobre la ejecución de determinadas acciones que consideramos más adecuadas entre las posibles. Hace referencia al estado de observación y de alerta que nos permite tomar conciencia de lo que ocurre en nuestro entorno (Ballesteros, 2000).
En otras palabras, la atención es la capacidad de generar, dirigir y mantener un estado de activación adecuado para el procesamiento correcto de la información.
Dentro de esta función debemos hablar de 5 procesos diferentes:
Las funciones ejecutivas son actividades mentales complejas, necesarias para planificar, organizar, guiar, revisar, regularizar y evaluar el comportamiento necesario para adaptarse eficazmente al entorno y para alcanzar metas (Bauermeister, 2008).
Dentro de las funciones ejecutivas encontramos diferentes procesos fundamentales para nuestro día a día:
Denominamos praxias a las habilidades motoras adquiridas. En otras palabras, son los movimientos organizados que realizamos para llevar a cabo un plan o alcanzar un objetivo.
Dentro de las praxias diferenciamos entre.
El lenguaje es una función superior que desarrolla los procesos de simbolización relativos a la codificación y decodificación.
La producción del lenguaje consiste en la materialización de signos (sonoros o escritos) que simbolizan objetos, ideas, etc,. de acuerdo con una convención propia de una comunidad lingüística (Lecours y cols., 1979).
Dentro del lenguaje hay diversos procesos que pueden verse afectados:
La memoria es la capacidad de codificar, almacenar y recuperar de manera efectiva información aprendida o un suceso vivido. Dentro de memoria distinguimos entre:
Son la capacidad para representar, analizar y manipular objetos mentalmente.
En relación a las habilidades visoespaciales manejamos dos conceptos importantes, como son:
La perdida de capacidades cognitivas obedece al proceso normal de envejecimiento. La manera en que se envejece y cómo se vive este proceso, así como la salud y la capacidad funcional que se tienen, dependen tanto de la estructura genética como del ambiente que nos ha rodeado durante toda nuestra vida.
Además existen otros factores que pueden alterar las capacidades cognitivas tales como Enfermedades neurodegenerativas, trastornos del neurodesarrollo, discapacidades intelectuales o enfermedades mentales. También el consumo de sustancias estupefacientes, alcoholismo, traumas severos físicos o mentales, pueden afectar de manera aguda o crónica la actividad cerebral.
Se ha demostrado que el deterioro se ralentiza y los déficits son más leves si se mantiene una vida activa y saludable en entornos estimulantes y si continuamos trabajando nuestras capacidades mediante prácticas y ejercicios de estimulación cognitiva.
Las funciones cerebrales superiores como el razonamiento, la memoria o la atención son fundamentales para tener una vida plena e independiente. A lo largo del día utilizamos las funciones cognitivas continuamente. Nuestro cerebro usa las distintas capacidades cognitivas para preparar la comida, conducir o tener reuniones, activándose en mayor o menor medida distintas partes de los hemisferios.
Todas las actividades que realizamos requieren la utilización de nuestras funciones cerebrales, lo que implica millones de conexiones neuronales repartidas por los lóbulos cerebrales y la activación de diferentes áreas del cerebro para desenvolvernos adecuadamente con nuestro entorno y procesar la información que obtenemos por diversos canales.
El procesamiento de la información en la mente humana se lleva a cabo a través del sistema cognitivo. La persona tiene un papel activo en los procesos de recepción, selección, transformación, elaboración, recuperación y transformación de la información que llega al cerebro.
El procesamiento de dicha información se compone de elementos cognitivos interrelacionados entre sí que actúan conjuntamente para ejecutar las operaciones mentales más complejas. De esta forma, una función cognitiva se puede unir o complementar con otras formando una unidad superior, un proceso cognitivo, sobre el que se puede intervenir trabajando sus unidades más básicas (funciones cognitivas) o sobre sus procesos más elaborados (habilidades del pensamiento).
Cognición social
Conjunto de procesos cognitivos y emocionales mediante los cuales interpretamos, analizamos, recordamos y empleamos la información sobre el mundo social. Hace referencia a cómo pensamos acerca de nosotros mismos, de los demás y su comportamiento y de las relaciones sociales, y cómo damos sentido a toda esa información y emitimos comportamientos en base a ella.
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